HOW CAN I PROMOTE VOCATIONSAT HOME?
1. Snuggle up and read a story.
Sometimes the simplest ideas are best! Add some
books about famous saints to your bedtime reading.
There are dozens of fascinating, age-appropriate stories of saints who were priests and religious. There’s
even a comic book about St. John Paul II as a child!
1. Watch a better movie.
When it’s time for family movie night, take a pass on
Spy Kids 4 and check out A Mission to Love (the life
of St. John Bosco). There are tons of other Catholic
films that depict heroic and interesting priests and religious. The conversation afterwards is far
more meaningful than which explosion was the biggest!
1. Set the record straight.
Media depictions of dating and sexuality are often opposed to authentic love. So when a TV show
sends the wrong message, set the record straight about what leads to real happiness. Especially
around teens, defend the sacrament of marriage.
1. Play dress up!
Just as children “play house” and pretend to be moms and dads, help them imagine the life of a
priest, brother, or sister. A sheet or towel can serve as a sister’s habit. A Ritz cracker makes a
good host for Mass. This kind of play normalizes what can otherwise seem to be an “otherworldly” vocation. Plus it’s a lot of fun!
1. Pray from the heart.
In your family prayers, pray for more priests and religious. Let your kids hear you praying for
their futures. “Lord, watch over Simon today and give him the grace to grow up to be a strong
man of God. Keep him close to You, always in Your perfect will.”
1. Talk about vocations.
Speak openly about vocations to marriage, priesthood, and religious life. From the earliest age,
make it clear that happiness in life is following God’s plan. Tell kids that priests have an awesome job because they bring us the sacraments. Teach them that religious brothers and sisters
make special vows to live like Jesus.
BEFRIEND PRIESTS & RELIGIOUS
Invite a priest, sister, or brother to dinner at your home. Personal relationships are key. When
kids are comfortable around Fr. John or Sister Margaret, they’re far more likely to be comfortable with the idea of a priestly or religious vocation when they grow older.
JOY MIXED WITH RELUCTANCE
Many Catholic parents have some reluctance about their children becoming priests or religious—at least at first. Typically, parents’ concerns fade as they witness their child’s vocation
mature, and his or her happiness grow.
AN OPENATTITUDE
If your child expresses interest in the priesthood or religious life, be supportive. If you’re excited, don’t push too hard. If you’re apprehensive, trust in God’s plan. The best thing you can say
is, “Whatever God wants for you, I want for you, too.”
Learn more at https://palmbeachvocations.com/parents/7-ways-families-can-promote-vocations/
Siete Maneras que las Familias Pueden Fomentar Vocaciones
Imagínese que le pregunta a su hijo lo que quiere ser
cuando crezca, y él responde, “¡quiero ser sacerdote!”
¿Cuál sería su reacción? ¿Estaría preocupado o
eufórico, o en el medio?
La verdad es que Dios tiene un plan para cada uno de
sus hijos; ¡Él quiere que sean felices, incluso más que
usted! Y su verdadera felicidad se encuentra en
descubrir el plan de Dios para sus vidas, su vocación,
y seguirla con todo el corazón.
Así que, si usted está realmente preocupado por el bienestar de sus hijos, es lógico que les ayude a
discernir su vocación, ya sea al matrimonio, sacerdocio o la vida religiosa. Aquí hay algunas formas sencillas para fomentar la apertura al llamado de Dios.
Idea 1: Acurrúquese y lea una historia.
¡Algunas veces las ideas más sencillas son las mejores! Añada a su lectura antes de dormir, algunos libros sobre la vida de santos famosos. Hay decenas de historias fascinantes de santos, adecuadas a la edad de los niños, que fueron sacerdotes y religiosos. ¡Incluso hay un libro de historietas de cuando San Juan Pablo II era niño!
Idea 2: Vea una buena película.
Cuando es el momento de ver una película en familia, busque un pase en Spy Kids 4 y obtenga A
Mission to Love (la vida de San Juan Bosco). Hay toneladas de otras películas católicas que representan heroicos e interesantes sacerdotes y religiosos. ¡La conversación luego es mucho más
significativa, semejante a una gran explosión!
Idea 3: Deje las cosas claras.
Cómo presentan a menudo los medios de comunicación las citas (dates) y la sexualidad, son
opuestas al verdadero amor. Cuando un programa de televisión envía el mensaje equivocado, deje
las cosas claras acerca de lo que conduce a la verdadera felicidad. Defienda el sacramento del matrimonio, especialmente entre adolescentes.
Idea 4: ¡Jueguen a disfrazarse!
Así como los niños “juegan a la casita” y pretenden ser mamás y papás, ayúdeles a imaginar la
vida de un sacerdote, hermano o hermana. Una sábana o toalla pueden servir como hábito de una
religiosa. Una galleta Ritz hace bien las veces de una hostia para la Misa. Esta clase de juego pone como normal lo que de lo contrario puede parecer una vocación “de otro mundo”. ¡Además es
sumamente divertido!
Idea 5: Ore con el corazón.
En sus oraciones en familia ore por más sacerdotes y religiosos. Deje que sus hijos oigan sus oraciones por su futuro. “Señor, protege hoy a Simon y dale la gracia de crecer para que sea hombre
de Dios, fuerte. Mantenlo cerca de Tí, siempre en Tu perfecta voluntad”.
Idea 6: Hable sobre las vocaciones.
Hable abiertamente sobre las vocaciones al matrimonio, sacerdocio y vida religiosa. Desde la más
temprana edad, deje claro que la felicidad en la vida está en seguir el plan de Dios. Dígales a los
niños que los sacerdotes tienen un trabajo impresionante, porque nos brindan los sacramentos.
Enséñeles que los hermanos y hermanas religiosos hacen votos especiales para vivir como Jesús.
Idea 7: Tenga amistad con religiosos.
Invite a un sacerdote, hermana o hermano a cenar en su casa. Las relaciones personales son fundamentales. Cuando los niños se sienten cómodos en el P. John o la Hermana Margaret, ellos estarán
mejor preparados cuando crezcan, a la idea de una vocación sacerdotal o religiosa.
Una Mezcla de Alegría y Reticencia
Muchos padres católicos tienen cierta renuencia a que sus hijos sean sacerdotes o religiosos, al
menos al principio. Por lo general, las preocupaciones de los padres se desvanecen cuando la
vocación de su hijo madura y crece su felicidad.
Una Actitud Abierta
Si su hijo expresa interés en el sacerdocio o en la vida religiosa, apóyelo. Si usted está entusiasmado, no presione mucho. Si usted está aprensivo, confíe en el plan de Dios. Lo mejor que puede
decir es, “lo que Dios quiera para ti, también lo quiero yo”.
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